Joaquín Buendía hizo un paralelismo en su pregón entre la vida de la Virgen María y la advocación de los dos municipios por la Virgen de la Salud

El alcalde de Alcantarilla, Joaquín Buendía, pregonó ayer las fiestas marianas dedicadas a la Virgen de la Salud de Archena en un acto que se celebró en la ermita que se encuentra en el Balneario de Archena.

Buendía resaltó la unión entre Alcantarilla y Archena en su pregón y realizó un paralelismo entre la vida de la Virgen María y la advocación de los dos municipios a la Virgen de la Salud.

El regidor de Alcantarilla agradeció a la Hermandad de Anderos de Nuestra Señora de la Salud su nombramiento, a su presidente, José María Gómez, a la alcaldesa de la localidad, Patricia Fernández, así como a la presidenta del Balneario, Amelia Isabel Pérez.

El alcalde indicó que “todos sabemos que el verdadero motivo que hoy me trae aquí no es otro que los maravillosos lazos que ha creado entre Archena y Alcantarilla Nuestra Señora la Virgen de la Salud, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Archena, y Patrona y Alcaldesa Honoraria de Alcantarilla”. Y destacó que los archeneros celebran el 80 aniversario del nombramiento de la virgen como patrona del municipio.

Buendía se refirió también a estas fiestas marianas que celebran el nacimiento de la Virgen María, “con unos solemnes actos en honor a la Virgen de la Salud, que volverá a dejar este lugar de descanso para visitar nuevamente su pueblo. En romería será acompañada desde el Balneario hasta la parroquia de San Juan Bautista para recibir las ofrendas de los devotos, extender su manto de protección a todos los que se acerquen a ella y visitar, en esta ocasión el barrio del Corpus Christi. Los archeneros le regalarán, como todos los años, un octavario que desde 2005 recuperaron de su histórica tradición, y la devolverán, rodeada de fieles, a su ermita del Balneario el primero domingo de octubre”.

El alcalde recordó que en la Edad Media se construyó en Alcantarilla, próximo al río Segura, una ermita en honor a la Virgen de la Presentación o Virgen Niña, que representaba la imagen de la Virgen María cuando fue presentada al templo, y fue venerada así hasta el año 1678 que “tras la intervención de la Virgen frente a una gran epidemia de peste, pasarán a llamarla Virgen de la Salud”.

Joaquín Buendía deseó en su pregón “que el cariño de la Virgen siga estrechando lazos entre nuestros pueblos”.