A principios de los años 40, en la arteria principal de Alcantarilla destacan las viviendas de dos plantas y la amplitud de las aceras a ambos lados de la calzada adoquinada, por la que transitaban los medios de transporte de la época, conocidos como “coche de línea”, utilizados para los desplazamientos a Murcia. A la derecha, junto al camión estacionado, estaba el surtidor de gasolina de José Alemán, instalado en la acera de la calle Mayor desde el año 1924, próximo a la calle Cartagena.
En primer término se encontraba la alpargatería y ferretería “El Canino”, regentada por Francisco Guillamón Tormo. A continuación, se observa el popularmente denominado “los altos de Pacún”, con una vivienda elevada sobre un escalón de la calle Mayor, en la que se levantaba una vivienda blasonada, construida en el siglo XVIII y propiedad de la familia del Castillo. Entre los miembros de dicha familia destacaban Fray Antonio José del Castillo, Caballero de la Real Orden de San Juan de Jerusalén y su hermano D. Josef del Castillo Tovar, alcalde ordinario de la Villa. Desde 1803, D. Josef ostentó el patronazgo de la Capilla de Nuestra Señora de la Salud por concesión de los frailes Mínimos, cargo que heredaron sus descendientes. La casa pasó posteriormente a otro propietario, conocido como “Pacún”, lo que dio nombre a ese popular enclave, lugar de juegos infantiles y encuentro de los jóvenes de la Villa.
A continuación, el edificio del Circulo Industrial o Casino. Construcción de dos alturas, con amplios ventanales conocidos como “peceras” en la planta baja, y su característica balconada corrida en la segunda planta. Fundado como lugar para el ocio y recreo de los alcantarilleros, se ubicó primeramente junto a la Casa Consistorial hasta que, en los primeros años del siglo XX, se trasladó a su emplazamiento actual, haciendo esquina con la calle San Antonio. Y la vivienda y farmacia de José María López Leal, conocida por la “Farmacia de las Escaleras”, que fue de las más antiguas de Alcantarilla. A la farmacia se accedía por una doble escalera con baranda de hierro, que ocupaba parte de la acera de la calle Mayor.
Al fondo, presidiendo la vida de la localidad, la antigua iglesia de San Pedro Apóstol y la torre del reloj de la Casa Consistorial.
