La remodelación de la Plaza de San Roque ha finalizado esta semana con la instalación de mobiliario urbano nuevo, suelo de adoquines, nuevas farolas y vegetación, además de jardineras de naranjos, una palmera y nuevos bancos de madera y hormigón.

Las obras han supuesto una inversión por parte del Ayuntamiento de más de 62.500 euros. La plaza de San Roque tiene una superficie de 825 metros cuadrados cubiertos de adoquines que, además, se han sustituido por completo y se han instalado papeleras y farolas nuevas.

También se han sustituido los bolardos que había instalados por mobiliario urbano para que los vecinos puedan utilizarlo, a la vez que se limita el acceso de los vehículos, con tres jardineras cuadradas con naranjos, tres bancos de madera y ocho bancos prefabricados de hormigón. Las calles adyacentes mantienen los bolardos para evitar el acceso de vehículos.

La plaza de San Roque alberga la ermita en honor al santo, protector de las epidemias de peste, que data del siglo XVIII y en torno a ella se vertebra el Barrio de San Roque, en el que celebran cada mes de agosto los festejos más antiguos de la localidad.